jueves, 27 de mayo de 2010

Geek Dreams

De un sueño real de ayer por la noche o más bien hoy entrando la mañana donde me encontraba en un mundo paralelo en lo profundo de mi subconsciente, y allí estaba yo parado en una casa en la punta de una colina mirando hacia afuera, hacia el cielo y contemplando un enorme trozo de metal, cayendo como un meteorito soltando llamas que se combinaban con una línea de humo negro, se oye un estruendo y el suelo tiembla, miro los pequeños adornitos de porcelana y barro que hay por toda la casa que vibran chocando unos con otros como si la casa entera fuera una cristalería transportada en un camión por una típica carretera de la Habana (llena de huecos).
Al rato llega alguien anunciando un ataque, “ya están aquí!” dice, y para los lectores no geeks esto dejará de ser un cuento serio cuando lean lo que pregunte: “son los zergs?” el personaje que acababa de entrar solo me miró fijamente, yo gire la cabeza para ver a las otras dos personas que se encontraban en esa casa conmigo y estaban consternados mirando hacia afuera, a través de la ventana pero no al cielo miraban a lo largo de una de las calles que se alcanzaba a ver desde la altura en que nos encontrábamos, a los lejos, se ven dos figuras casi humanoides con trajes dorados corriendo hacia nosotros. Protoss, nos están atacando Protoss? Pensé, pues a correr, si nos quieren matar (y no sé porque) será mejor escondernos cada cual a un escondite distante para que no den con todos al mismo tiempo, a los pocos segundos ya me alejaba fuera de la entrada cuando detrás mío hay una figura metálica con anchos hombros y una escafandra que me decía que no ganábamos nada con dispersarnos, hay que reagruparse. De nuevo dentro de la casa me encuentro recibiendo un Bolter ligero (no sabría cómo llamarle) una especie de arma de fuego futurista que se podía levantar con una mano.
Nos atrincheramos a la espera de los invasores, cada segundo era una hora de angustia, y de pronto se abre una especie de campo azul esférico de medio metro de diámetro a la altura de nuestros ojos y se deja ver una cara alargada con ojos azules brillantes sin boca por ningún lado, a mi lado dos Marines comienzan a disparar cuando un rayo azul como una espada jedi raja en dos mitades la puerta de la entrada, todos en la habitación disparan en una dirección u otra para alejar a los alienígenas, de la bola azul se extiende un brazo que toma por el casco al Soldado que yo tenía hombro con hombro y lo zambulle en esa masa energética, en el proceso me doy cuenta que el halo azul que rodeaba a la figura había desaparecido, se quedó sin escudo! Así que apunto hacia el centro del blindaje de oro con extraños relieves, comprimiendo el gatillo y veo como la ráfaga lo atraviesa, en ese instante aparece un holograma frente a mis ojos que me muestra los hit points de la bestia que acabo de abatir pues estos se reducen a cero, en el momento que se cierra la bola de energía, Entonces el otro Protoss también derrotado se retira del campo de batalla. Y exclamamos Victoria! … en ese momento me despierto con la irresistible idea de jugar algún día un FPS de StarCraft.

1 comentario:

  1. cuando tengo los minutos revolcados en la cama sin molde, empiezo a pensar como un conjuro; o en un juego ficticio de ajedrez, o en una magnifica batalla starcrafiana... incondicionalmente aparecen zealots amarillos, y tanques indecisos, y minas y dragons babeando azules... Padeceré de alguna vetusta fiebre de dormirme con el fragor de la batalla... los cánones de las bocas humeantes...
    Un abrazo Ale...

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